No es exagerado decir que el director estadounidense de origen italiano, Martín Scorsese, es uno de los más importantes e innovadores de la gran maquinaria llamada Hollywood.
Y lo pondría a la altura de “monstruos” del tamaño de Hitchcock, Kubrick, Fellini o Coppola, por mencionar algunos. Repito, no estoy dopado, no, nada por el estilo. Simplemente reconozco la trayectoria y el aporte de este hombre, quien es parte de la llamada “Santísima Trinidad” del cine estadounidense completada por Woody Allen y el mencionado Francis Ford Coppola.
¿Habrá en estos días quien no conozca a Martín Scorsese? No lo sé, pero se le agradece que sea de los pocos directores, con éxito comercial, que siguen haciendo cine de autor, alejándose de formulas y temáticas probadas que lo único que buscan es tener grandes ganancias en taquilla. Pero para los que no lo conocen, ahí les van algunos datos de sus películas para que no se las pierdan (después de esto, no me hago responsable si no hay alguna de ellas en su videoteca).
Para empezar, debo advertirles que el cine “scorsesiano” no es fácil, y no me refiero a que no se entienda , sino que la gran mayoría de sus historias están ubicadas en barrios duros, violentos y sombríos; los protagonistas de sus películas son antihéroes, tipos solos, deprimidos o violentos, que usan la violencia como un medio para redimirse o hundirse más, ejemplos sobran muchos: el paranoico taxista Travis Bickle de Taxi Driver, el aspirante a comediante Rupert Pupkin de El Rey de la Comedia, el violento boxeador Jake LaMotta de Toro Salvaje, el novato mafioso sediento de fortuna Henry Hill de Buenos Muchachos, considerada la mejor película de gangsters después de El Padrino, y un largo etcétera de personajes complejos que enriquecen el universo de Scorsese; y las imágenes explicitas de violencia y sangre que no son para todos los gustos.
Pero Scorsese no ha estado solo en su travesía a la inmortalidad. Lo han acompañado amigos que, gracias a sus películas, hoy son reconocidos por sus cualidades histriónicas: Harvey Keitel, Joe Pesci. Leonardo DiCaprio y sobre todo, Robert De Niro, con quien ha trabajado en ocho largometrajes y por las cuales ha ganado diversos premios, Oscar incluido.
Pero “Marty” no sólo es bueno dirigiendo películas de ficción, también ha mostrado su talento realizando documentales de diversas temáticas: sobre sus raíces italianas (Italianamerican, 1974; sobre Bob Dylan, No Direction Home: Bob Dylan, 2005; el recién terminado Shine a Light, donde se fue de gira con los Rolling Stones, entre otros. Además de apoyar proyectos de otros directores como Clockers de Spike Lee, The Quiz Show de Robert Redford y Perro Bravo y Gloria de Jhon McNaughton. Y actualmente preside la Film Foundation, fundación sin fines de lucro dedicada a la preservación de material fílmico en deterioro.
Como todos los grandes, ha tenido sus baches, pero cuando parece que está acabado, resurge para sorprendernos y demostrarnos su vigencia (que a estas alturas ya no tiene que demostrar nada a nadie).
A pesar de ser repudiado por la iglesia católica por la realización de La Última Tentación de Cristo, donde se muestra a un Jesús que deseaba no sacrificarse por su gente y vivir una vida normal al lado de María Magdalena; de estar vetado por el gobierno chino tras la realización de Kundun, debido a las criticas hacía dicho gobierno por su invasión al Tibet, Scorsese parece no inmutarse y sigue haciendo lo que más le gusta: cine.
Nota : Después de ocho nominaciones, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas le otorgó el Oscar a Mejor Director por Los Infiltrados.
Y lo pondría a la altura de “monstruos” del tamaño de Hitchcock, Kubrick, Fellini o Coppola, por mencionar algunos. Repito, no estoy dopado, no, nada por el estilo. Simplemente reconozco la trayectoria y el aporte de este hombre, quien es parte de la llamada “Santísima Trinidad” del cine estadounidense completada por Woody Allen y el mencionado Francis Ford Coppola.
¿Habrá en estos días quien no conozca a Martín Scorsese? No lo sé, pero se le agradece que sea de los pocos directores, con éxito comercial, que siguen haciendo cine de autor, alejándose de formulas y temáticas probadas que lo único que buscan es tener grandes ganancias en taquilla. Pero para los que no lo conocen, ahí les van algunos datos de sus películas para que no se las pierdan (después de esto, no me hago responsable si no hay alguna de ellas en su videoteca).
Para empezar, debo advertirles que el cine “scorsesiano” no es fácil, y no me refiero a que no se entienda , sino que la gran mayoría de sus historias están ubicadas en barrios duros, violentos y sombríos; los protagonistas de sus películas son antihéroes, tipos solos, deprimidos o violentos, que usan la violencia como un medio para redimirse o hundirse más, ejemplos sobran muchos: el paranoico taxista Travis Bickle de Taxi Driver, el aspirante a comediante Rupert Pupkin de El Rey de la Comedia, el violento boxeador Jake LaMotta de Toro Salvaje, el novato mafioso sediento de fortuna Henry Hill de Buenos Muchachos, considerada la mejor película de gangsters después de El Padrino, y un largo etcétera de personajes complejos que enriquecen el universo de Scorsese; y las imágenes explicitas de violencia y sangre que no son para todos los gustos.
Pero Scorsese no ha estado solo en su travesía a la inmortalidad. Lo han acompañado amigos que, gracias a sus películas, hoy son reconocidos por sus cualidades histriónicas: Harvey Keitel, Joe Pesci. Leonardo DiCaprio y sobre todo, Robert De Niro, con quien ha trabajado en ocho largometrajes y por las cuales ha ganado diversos premios, Oscar incluido.
Pero “Marty” no sólo es bueno dirigiendo películas de ficción, también ha mostrado su talento realizando documentales de diversas temáticas: sobre sus raíces italianas (Italianamerican, 1974; sobre Bob Dylan, No Direction Home: Bob Dylan, 2005; el recién terminado Shine a Light, donde se fue de gira con los Rolling Stones, entre otros. Además de apoyar proyectos de otros directores como Clockers de Spike Lee, The Quiz Show de Robert Redford y Perro Bravo y Gloria de Jhon McNaughton. Y actualmente preside la Film Foundation, fundación sin fines de lucro dedicada a la preservación de material fílmico en deterioro.
Como todos los grandes, ha tenido sus baches, pero cuando parece que está acabado, resurge para sorprendernos y demostrarnos su vigencia (que a estas alturas ya no tiene que demostrar nada a nadie).
A pesar de ser repudiado por la iglesia católica por la realización de La Última Tentación de Cristo, donde se muestra a un Jesús que deseaba no sacrificarse por su gente y vivir una vida normal al lado de María Magdalena; de estar vetado por el gobierno chino tras la realización de Kundun, debido a las criticas hacía dicho gobierno por su invasión al Tibet, Scorsese parece no inmutarse y sigue haciendo lo que más le gusta: cine.
Nota : Después de ocho nominaciones, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas le otorgó el Oscar a Mejor Director por Los Infiltrados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario